Este artículo esta creado con la más pura intención de hacerte sentir paz, comprensión y amor. Todo lo puedes pues la luz vive dentro de ti. Sé valiente, vive plácido, escucha tu alma, confía en Dios y purifica tu Ser. La enfermedad trae consigo un mensaje de amor y sólo es una manera más de ayudarte a despertar. Tu corazón y tu alma listo estan para poder evolucionar.
En el mundo existen muchas enfermedades que las vemos con poder de destrucción. Las percibimos tan hostiles y dañinas que el combatirlas nos quitan la fuerza vital y la desesperanza comienza a llegar. Es difícil aceptar un diagnóstico fuerte, un diagnóstico como cáncer, VIH, cirrosis, etc. Cuando la noticia se revela nos sentimos desfallecer, en ese momento recuerdos buenos, recuerdos malos, todo un cúmulo de vivencias comienzan a desfilar. Nos preguntamos ¿qué pasará? ¿Qué hay de mi mamá? ¿De mis hijos, de mi pareja? ¿El trabajo? ¿La cuenta? ... ¿qué hay de mí?
Es entonces que el miedo inherente a morir aflora y casi de manera inmediata la superviviencia sale a relucir. Afrontas la noticia con dolor y aflicción pero encuentras fortaleza de algún lugar y estas listo para luchar. El tratamiento comienza y con inseguridad vas, pides a Dios que te de fuerza y que todo salga bien, muestras una sonrisa al mundo externo pero por dentro tienes miedo. No sabes si te va a doler, si vas a llorar, si te vas a desvanecer en medio del tratamiento, no sabes que va a pasar contigo.
Los días pasan y también las sesiones, tu cuerpo ya no es el de antes. Lo sientes cansado, pesado, te miras en el espejo y no te reconoces. Extrañas vivir sin preocupación, sin tener que ser fuerte, sin tener que luchas un días más... El mundo que te ama te sigue dando ánimos, te regala abrazos, palabras de aliento y mucho apoyo. Puedes sentir como todo el mundo espera lo mejor para ti y eso te llena de valentía y fuerza., estas listo para lo que ha de seguir.
El tratamiento avanza y no hay mucho cambio, vuelves a sentir temor y desanimo pero no lo quieres mostrar. En la soledad es donde puedes llorar, orar y alistarte para un día más... Es en este punto de vulnerabilidad donde buscas una bocanada de aire fresco, un motivador que te llene de luz y fuerza para vencer lo que te aqueja... es entonces cuando hacer las paces con la enfermedad suena la mejor opción. No hablo de que te des por vencido y te rindas a la apariencia de enfermedad, sino más bien, de escuchar lo que a tu alma quiere recitar.
Cuando la enfermedad de manera hostil se presenta es porque hay algo más profundo que al alma aqueja. La enfermedad llega tras varios escenarios que en la vida se han presentado y no hemos sabido descifrar. Recuerda que el cuerpo libera lo que el alma no suelta y esta es tu llave a la sanación.
Justo en ese momento de desesperación en el que sientes que ya no puedes más, escucha lo que tu alma te quiere contar. Recibe con amor las vivencias que te quiere recordar, la información que esta a punto de compartir.
Muchas veces el cuerpo enferma porque guardamos enojo, tristeza, dolor, apego, ira, odio, miedo ... resentimiento. Es posible que muchas de estas emociones no las recuerdes conscientemente y que por esta misma razón no las hayas podido sanar en su momento. Es posible que sepas el momento justo en que la vida te dolió y algo dentro de ti se dañó. De cualquier manera en que vivas tu proceso, este escenario te busca dar a conocer que hay algo que a nivel emocional y espiritual hay que sanar.
Situaciones de violencia, abandono, rechazo, abuso, son las que pueden llegar a aparentar alguna fuerte enfermedad si no las transmutamos a tiempo. Más no te sientas culpable, nada de lo malo o traumático que pudiste vivir es tu culpa.
Cuando regresamos a este plano terrenal se nos olvida la misión que vinimos a cursar y es nuestro deber descubrirlo y llevarlo a cabo. Cada situación de dolor que esta vida te ha presentado es un gran maestro enmascarado. Recuerda que todo lo que te pudo dañar son lecciones y apariencias para sacar a relucir tus virtudes de Luz.
El divorcio complicado que viviste, el padre alcohólico que te crió, la pareja abusiva que te golpeó, la madre cruel que te rechazó, los compañeros que de ti se burlaron, el ladrón que te quito algo de valor, el abusador que tu cuerpo daño, la desgracia que a tu familia aquejo... todos ... todos estos escenarios fueron diseñados para ayudarte a crecer y a evolucionar.
Aquel divorcio complicado te enseño tu verdadero valor y a defender la verdad y honorabilidad, el padre alcohólico te enseño a que no eres tu historia familiar y te enseño la gran fortaleza que hay dentro de ti, aquella pareja abusiva te enseño a amarte a ti misma y a los tuyos, a no repetir un patrón porque tu mereces más., mereces amor, respeto y sinceridad, la madre que te rechazó te enseño a perdonar, a entender que todos somos humanos y todos alguna vez hemos sido quebrados, los compañeros que de ti se burlaron te enseñaron que jamás fuiste invisible y que aunque hay unos cuantos que sólo quieren hacer daño hay otros que estan llenos de bondad y no temen en hacer lo correcto, el ladrón que te robó te enseño a desarrollar el sentido de protección, a entender que la vida no es carencia y que las leyes del bien y el mal existen, el abusador que daño tu cuerpo te enseño a creer en ti, a sacar la enorme fuerza que hay dentro de ti, a que nada ni nadie te puede quitar tu poder, y la desgracia que aquejo a tu familia te enseño el amor incondicional, la solidaridad, el agradecimiento y el trabajo en equipo. Todas estas experiencias y las muchas otras que me faltan tienen una enseñanza en común ... el perdón y la transmutación.
No me malinterpretes y pienses que digo que es muy fácil descubrir las virtudes que estas situaciones dan ... no. Créeme que no., yo lo sé y por eso te lo comparto. Todo lo malo que pudiste vivir quiebra el alma, hace que duela el corazón, te pudiste sentir desvanecer... con la sensación de que nada era real, ni que tu vida fuera algo para valorar. Estas lecciones que más duelen son las que más afloran, las que mejor transforman y las que mayor magia poseen.
En estos momento de apariencia de enfermedad que puedes estar viviendo, te invito a meditar, a realizar un viaje hacia dentro de tu alma y empezar a sanar. Este viaje al interior lo puedes hacer de manera individual, con una persona de confianza o con un terapeuta halópata u holístico, lo que dicte tu corazón.
Te aviso que este viaje puede no ser bonito en un principio ¿por qué? Porque a nadie le gusta verse roto y este viaje lo que hará es hacerte recordar lo que te lastimo, las defensas que tu psique tomo, esto hará que te veas lastimado y posteriormente te abrazarás y entenderás que tu no eres tu historia, que tú no eres lo que te daño.
Será como limpiar un cuarto muy sucio y muy desordenado. Al principio te desesperarás de tanto que haz guardado con los años, te sentirás frustrado, pero conforme la limpieza y sanación comiences a sentir, el dolor pronto transmutará y podrás empezar a manifestar el perdón, el perdón propio, el amor, el amor propio y el renacimiento en salud física y emocional.
También hay varias terapias holísticas que te pueden ayudar: magia con arcángeles, ángeles, elohims, maestros ascendidos. La energía de los planetas y los elementales es de gran ayuda para sanar enfermedades hostiles. Así como invocaciones y oraciones, meditaciones y mantras. A continuación te dejo algunos que puedes utilziar:
Mantras:
Sanación
Liberación
Remover Bloqueos
Oración:
Yo Soy Amor. Yo Soy Paz. Yo Soy Salud.
Merezco ser amado. Merezco ser feliz. Merezco estar sano.
Hoy comienza mi sanación de cuerpo, mente y espíritu.
Me perdono por lo errores que cometí sin olvidar ninguno, porque no soy culpable de nada, no pude ni supe actuar de otro modo en esos momentos.
Perdono a todas las personas por las que sentí algún enojo, la acepto porque no pudieron ser como yo quería, las libero y me libero del rencor para siempre.
Cancelo definitivamente el pasado en el presente, para liberar mi futuro.
Dejo de juzgarme y de juzgar a los demás para siempre.
Entrego ahora mismo todo mi dolor, mis errores y mi disfunción a ti, Dios Padre Santo, para que lo transformes en saludo, amor y paz.
Acepto todo como esta ahora y con paciencia para comenzar a sanarme.
Merezco disfrutar del amor de mis seres queridos. Padre, tú estas en mí, yo estoy en tí.
Por tu poder divino y tu amor dentro de mí, decido sanar mi cuerpo, mi mente y mi alma.
Abro mi corazón a tu amor purísimo que me envuelve con su luz radiante revitalizando cada célula de mi organismo y cada pensamiento negativo se convierte en positivo recreándome en una nueva vida llena de amor y de alegría, que voy a compartir amando, comunicando todo lo que siento.
Deseo sanarme de todo corazón para luego ayudar a sanar a los demás y cumplir así con mi misión de amor y comunicación de amor en esta vida.
Gracias Padre que ya es.
Hecho esta.
Libros:
Tu Puedes Sanar Tu Vida - Louise Hay
Deseo que esta información te sea de servicio con amor.
Un abrazo y mi reconocimiento.
- María
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